El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un trastorno que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones que interfieren de manera significativa en la vida social, académica y familiar del niño o adolescente que lo padece. Las obsesiones son pensamientos, ideas, o imágenes recurrentes e involuntarias que generan gran malestar y ansiedad. Las compulsiones son las acciones motoras o mentales repetitivas que se llevan a cabo para reducir el malestar que producen esas obsesiones. Las compulsiones llegan a convertirse en rituales o comportamientos estereotipados para evitar que algo malo pase o puedan sentirse bien y así neutralizar o eliminar la ansiedad o el malestar.
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Síntomas del TOC en la infancia y adolescencia
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) afecta entre un 2% y 4% de niños y adolescentes, pero en la mayoría de los casos no llegan a ser diagnosticados hasta la edad adulta siendo confundidos con “manías” propias de la infancia sin darle mayor importancia.
La identificación precoz por parte del entorno familiar es importante para un mejor pronóstico. Uno de los indicadores más significativos de este trastorno es el tiempo excesivo que invierten en realizar las compulsiones que les permiten sentir “alivio” y que interfieren con sus actividades habituales. A menudo implican a toda la familia en sus obsesiones y compulsiones, como que todos se limpien las manos varias veces de determinada manera o que no toquen ciertos objetos. Pueden a llegar a sentir frustración si los planes no salen como esperaban o aparecen pensamientos mágicos, como si tocan la mesa tres veces todo irá bien. En estas edades afecta especialmente en su rendimiento escolar ya que tienen dificultades para prestar atención o concentrarse al estar inmersos en sus pensamientos intrusivos y en la búsqueda de cómo aliviar el malestar que les produce.
Las obsesiones y compulsiones más habituales en la infancia y la adolescencia son las siguientes:
Obsesiones |
Obsesiones de contaminación. Preocupación excesiva sobre la suciedad, los gérmenes y/o la contaminación de si mismo y de los que le rodean. |
Obsesiones de error o duda. Preocupación excesiva por si lo que ha hecho está bien o mal. Si han podido comer una equivocación o han olvidado algo importante. |
Obsesiones de agresividad. Miedo a hacerse daño así mismo o a los demás por un acto que no pueda controlar o un pensamiento. |
Obsesiones de desgracia. Pensamiento mágico o supersticioso. |
Compulsiones |
Compulsiones de limpieza. Lavado de manos, dientes o ducharse de manera excesiva y de un modo concreto. |
Compulsiones de comprobación. Comprobación repetitiva de puertas, cerraduras, mochila, del contenido de deberes y exámenes. |
Compulsiones mentales. Pensamientos para neutralizar o reducir la ansiedad. Cuentan o repiten palabras en silencio. |
Compulsiones de orden y de simetría. Los objetos deben estar ordenados de una forma concreta, de lo contrario algo malo puede pasar. Compulsiones de repetición. Tocar o golpear repetidamente objetos o repetir conductas para evitar una catástrofe. |
Tratamiento del TOC
El tratamiento que mayor eficacia ha demostrado en este trastorno es el terapia cognitivo-conductual. La terapia se fundamente en la aplicación de diferentes técnicas de exposición gradual, de modificación de conducta y prevención de respuesta que busca que le niño o adolescente se enfrente a sus miedos sin recurrir a las compulsiones que le causaban alivio o lo alejan de la ansiedad. Los psicólogos especialistas en Nuevamente Psicólogos Málaga mediante un tratamiento eficaz y psicoeducación guiarán tanto al menor como a su familia en este nuevo camino hacia el bienestar y el control de su propia vida.
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