Los trastornos de ansiedad en la infancia y adolescencia tienen una prevalencia del 15 al 20%. Con estos datos resulta clave la detección y tratamiento en edades tempranas para evitar su cronicidad y desarrollo de patologías de mayor gravedad en la edad adulta.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es necesaria para la supervivencia del ser humano, nos permite estar alerta ante un peligro o amenaza y protegernos. Sin embargo, esta ansiedad adaptativa llega a ser patológica cuando se produce una preocupación excesiva ante un estímulo o situación que no lo justifique o que sea de forma desproporcionada. Como consecuencia aparece una angustia intensa y la evitación de aquello que lo provoca para no experimentar el malestar que supone. Esto puede llegar a significar reducir la exposición de lugares, personas o situaciones, viéndose afectada de manera significativa su vida diaria. 

 

¿Cómo se manifiesta en niños y adolescentes?

En la primera infancia los niños comienzan a explorar su entorno y con ello aparecen miedos como a la oscuridad, a dormir solos o irse con desconocidos, que forman parte de su desarrollo madurativo, son transitorios y en su mayoría leves. En etapas posteriores, en la adolescencia, aparecen con mayor intensidad sensaciones como la vergüenza, inseguridad, nerviosismo ante situaciones nuevas, la exposición pública o incluso hacer un examen. Estas conductas se consideran adaptativas y forman parte del desarrollo emocional y social en estas etapas evolutivas.

Entonces, ¿cómo saber cuándo es normal o un problema? Cuando como consecuencia de ese malestar pueden llegar a negarse a ir a clase, eventos o actividades sociales, muestran dificultades de concentración, atención y bajo rendimiento escolar. Además, pueden aparecer síntomas fisiológicos, como dolor de estómago, presión en el pecho, dificultad para respirar o conciliar el sueño,  pérdida de peso, y emocionales como tristeza, mayor retraimiento social e irritabilidad.

 

Principales trastornos de ansiedad que se dan en la infancia y la adolescencia

Se caracteriza por una preocupación excesiva que se produce de manera incontrolable y que se prolonga más de 6 meses. Se trata de una forma crónica de ansiedad en la que se muestran preocupaciones indiscriminadas por diferentes acontecimientos o situaciones, como preocupaciones por su rendimiento escolar, miedo a la evaluación y aprobación social, inseguridades de si mismo o miedo intenso a que puedan ocurrir sucesos negativos. Los síntomas producen una angustia y malestar significativos que afectan a su funcionamiento social y escolar.

Suele iniciarse durante la primera infancia como mecanismo de protección, pero se intensifica al comienzo de la niñez. Se convierte en un trastorno cuando se produce una preocupación y temor excesivo a lo esperado para su desarrollo evolutivo cuando están lejos de su casa o de miembros de su familia. Estos niños temen que algo malo pueda pasar cuando sus familiares no están y les genera un fuerte malestar con una duración de al menos 4 semanas.

Se trata de un trastorno de ansiedad caracterizado por el temor persistente e intenso ante situaciones sociales en las que la persona se pueda sentir evaluada o juzgada por los demás. Aparece sentimientos de vergüenza y gran preocupación por sentirse humillado o ser valorado negativamente por otros. Esto provoca la evitación de situaciones que puedan generar ese malestar y suponen limitaciones en su rutina diaria y afectan a su calidad de vida.

Se tratan de miedos desadaptativos y desproporcionados que generan un malestar significativo ante un estímulo que no supone una amenaza objetiva. Presentan una respuesta ansiosa intensa ante determinadas situaciones u objetos temidos evitándolos para reducir su angustia o sufren un fuerte malestar si tienen que soportarlos cuando no pueden evadirlos, llegando a producirse una crisis de angustia en los casos más graves.

¿Cómo tratar la ansiedad en la infancia y adolescencia?

El hecho de que los trastornos de ansiedad sean bastante comunes en la infancia y la adolescencia no los hace menos graves. Estos trastornos pueden llegan a ser altamente limitantes y afectar a diferentes áreas de la vida del menor interfiriendo en el desarrollo de un ajuste psicosocial adecuado.

 

En Nuevamente Psicólogos nuestros Psicólogos especialistas cuentan con amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en la infancia y la adolescencia. Para su tratamiento se realiza una evaluación exhaustiva que permita su diagnóstico y establecer las pautas de intervención ajustadas a las necesidades de cada caso. Los tratamientos que han demostrado mayor eficacia son la terapia cognitivo-conductual, el entrenamiento en relajación y la exposición gradual en el caso de las fobias. La detección temprana y acudir a un profesional cualificado y especializado en los trastornos de ansiedad, resulta fundamental para alcanzar el bienestar psicológico del menor y evitar que repercuta en la edad adulta.