El pasado 28 de junio se celebró el día mundial del Orgullo LGBTIQA+. Día en el que se reivindica los derechos del colectivo LGBTIQA+ y se denuncia los actos de odio o discriminación que, por desgracia, aún siguen sufriendo. Nuestra psicóloga malagueña, Ana Claudia Alda, nos advierte de las consecuencias psicológicas que pueden desarrollarse en las personas víctima de este tipo de discriminación.
¿A qué nos referimos con discriminación? LGBTfobia.
¿Alguna vez has sentido vergüenza al hablar de tu orientación sexual? ¿Escondes tu orientación sexual por miedo a la reacción de tu entorno y a ser rechazado? ¿Has sentido la necesidad de inhibir tu forma de expresarte o comportarte para que no te insulten? Si te sientes identificado con estas situaciones, has sido víctima de un trato discriminatorio.
Al hablar de discriminación se hace referencia al conjunto de conductas que se caracterizan por ser un trato diferenciador y perjudicial hacia personas por motivos como el sexo, la ideología o la orientación sexual. Cuando el objetivo de dicha discriminación es el colectivo LGBTIQA+ se llama LGBTfobia. Se tratan de conductas de opresión, de intolerancia y violentas de forma física, psicológica o simbólica. Esta discriminación no sólo proviene de personas, sino que también la sufren por parte de instituciones o entidades.
Es bastante frecuente que las personas del colectivo hayan sufrido LGBTfobia desde su infancia, teniendo gran repercusión en el desarrollo de su personalidad y salud emocional. Además, estas conductas pueden estar presentes en todos los ámbitos de la vida de la persona desde el escolar, laboral, social hasta el familiar, dificultando el establecimiento de relaciones de apego seguro y redes de apoyos sociales.
9 consecuencias psicológicas de la LGBTfobia
Las consecuencias de la LGBTfobia pueden derivarse de un acto de discriminación concreto y puntual (por ejemplo, una agresión física por la calle) o de un acoso prolongado en el tiempo (por ejemplo, bullying en el colegio o maltrato en casa). Algunas de estas consecuencias son:
- Bajo estado anímico o depresión.
- Presencia de pensamientos e ideación suicida como forma de escape del sufrimiento. También pueden presentarse conductas de autolesión.
- Baja autoestima.
- Aislamiento social.
- Ansiedad prolongada en el tiempo.
- Fobia social.
- Miedo a ir por la calle.
- Culpabilidad.
- Bajo rendimiento académico o, incluso, abandono de los estudios.
Además, puede aparecer LGBTfobia interiorizada. Es decir, la persona siente rechazo y repulsión hacia sus propios sentimientos y conductas. En estos casos se puede observar cómo se discrimina a otras personas del colectivo o modifica su forma de ser o comportarse por vergüenza.
¿Qué puedo hacer si estoy sufriendo alguna de estas consecuencias?
A pesar de que las experiencias que hayas vivido pueden hacerte creer que no tienes apoyo, recuerda que no estás solo. Existen espacios seguros donde eres respetado y puedes desarrollarte como persona desde la libertad. Por ejemplo, acude a asociaciones del colectivo o sal por zonas donde estén sensibilizadas con esta causa. Esto puede ayudarte a generar nuevas redes de apoyo social que te aseguren un mejor trato y respeto. No obstante, si necesitas trabajar las secuelas emocionales de la LGBTfobia, en Nuevamente Psicólogos Málaga te ofrecemos un lugar seguro para ello. Durante la terapia, nuestras especialistas te ayudarán a aprender herramientas que te faciliten la gestión emocional de las secuelas padecidas y el afrontamiento de situaciones de este tipo. Tienes derecho a sentirte bien contigo mismo, con tu vida y a tener salud emocional.