En la sociedad en la que vivimos, sobre todo en países desarrollados, cada vez está más presente el problema de la infertilidad. Esto se debe también a que hay más avances para determinar las causas y frecuencia de este problema que poco a poco se va convirtiendo en una dificultad social de primera importancia.
Son muchos los factores que intervienen para que estos datos se disparen: el estilo de vida que llevamos, el retraso en la edad de la mujer para ser madre, la calidad del semen del hombre tanto en cantidad, movilidad como morfología de los espermatozoides. Todos estos factores están dando lugar a un aumento en las solicitudes de ayuda a los centros de reproducción asistida tanto en salud pública como privada.
Nuestra psicóloga especialista Ángela Córdoba, nos explica como abordar la infertilidad y el tratamiento psicológico tras el diagnóstico.
Detección del problema
El problema de la infertilidad es algo que no se detecta, o al menos no con mucha frecuencia, hasta que la pareja no decide adentrarse en la decisión de ser padres. Es aquí, en esta etapa, cuando empezamos a observar las primeras consecuencias psicológicas. Normalmente vivimos en un contexto social donde se ha aprendido la necesidad de tener las cosas en el momento en que se requieren. Cuando existen factores que hace que se retrase nuestro deseo de ser padres comienzan a aparecer los primeros síntomas de ansiedad anticipatoria y necesidad de comprobar que todo está bien.
Por lo general, hasta el primer año de búsqueda o seis meses dependiendo de la edad principalmente de la mujer, no se realizan las primeras pruebas diagnósticas para saber si todo está correcto. Esta espera hace que cada vez tengamos más pensamientos que generan dudas, miedo, desesperanza e incluso apatía.
Consecuencias psicológicas en el diagnóstico de infertilidad
- Consecuencias conductuales
Puede ocurrir que la pareja reduzca el contacto social para evitar que se les pregunte por el momento en que van a decidir a ser padres o bien por el hecho de que estar con personas el entorno que ya lo son y los lleva a recordar su preocupación constante. Esto es algo que hay que tener en cuenta cuando se trabaja a nivel terapéutico en consulta. Todos los cambios que se producen a raíz de este proceso donde la incertidumbre y el miedo se convierten en protagonistas son cambios que, aunque muy entendibles, no hacen más que sumar dificultades en el afrontamiento del problema.
- Consecuencias emocionales
Tanto cuando existe diagnóstico y se conoce la causa del problema como cuando no existe diagnóstico pero sin embargo no hay resultados positivos en la búsqueda del bebé, aparece una emoción constante, la culpa. La culpa es una de las emociones más incapacitantes para avanzar en muchos de los objetivos que nos planteamos en nuestra vida dando lugar a un bloqueo emocional que resulta crucial trabajarlo de forma terapéutica para poder seguir adelante.
- Influencias del contexto de la pareja con diagnóstico de infertilidad
Cuando hablamos de diagnóstico no podemos pasar por alto un tema importante. Tenemos la necesidad constante de buscar un por qué a lo que ocurre no solo a nivel personal sino en nuestro contexto. Ante la falta de información surge un problema, las inferencias en base a nuestros pensamientos. Cuando el entorno, en una necesidad de querer ayudar, da diagnósticos basados en inferencias que no se apoyan en ningún argumento con base real puede causar mas dificultades aún en la pareja que está atravesando esta etapa.
Como ejemplos de esto podrían ser argumentos del tipo, “cuando os relajéis seréis padres” “quizás lo que os pasa es que no lo estáis haciendo bien” “probablemente lo que os pasa es por…” Este tipo de “diagnósticos” no hacen mas que aumentar el sentimiento de culpa de los padres y por tanto aumentar las conductas que les llevan a realizar comportamientos del tipo aislamiento social, comprobaciones constantes, discusiones entre la pareja…
4 pautas para afrontar la infertilidad
- Poner límites dentro del contexto personal y social tras el diagnóstico de la infertilidad. Cuando se trabaja en consulta este problema se les ayuda a poner límites a la hora de expresar lo que les está afectando, la forma de hacerlo, así como determinar cuándo y con quién hablar sobre el tema es algo fundamental. Esto les ayuda muchísimo para poder seguir avanzando a pesar de las dificultades que se les van presentando durante el proceso.
- Pautas al contexto de la pareja ante el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad. Si queremos ayudar a una pareja que está atravesando estas dificultades no es necesario darles un diagnóstico, simplemente mostrarles nuestro apoyo y decirles que estamos a su lado o ayudarles a expresar lo que sienten en cada momento permitiéndoles todas y cada una de las emociones que están sintiendo.
- Gestión emocional ante el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad. La gestión de cada una de las emociones, ya sean agradables o no, es un trabajo que se realiza a nivel terapéutico y que genera muy buenos resultados. Permitidnos tener emociones desagradables tales como la rabia, la tristeza o incluso momentos de envidia son fundamental para aprender a gestionar las decisiones a nivel conductual. Por ejemplo, tener envidia es una emoción que todos tenemos y no pasa absolutamente nada, no obstante, el manejo de la misma a nivel de nuestro comportamiento es fundamental para poder no caer en una conducta incompatible con cómo queremos ser realmente o incluso incompatible por norma social.
- Acompañamiento psicológico en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad. Es fundamental el acompañamiento psicológico de la pareja que se encuentra en este proceso cuando se identifica alguno de los aspectos citados anteriormente tales como por ejemplo apatía, perdida de objetivos, afectación a factores como el sueño o la alimentación, dificultades en la pareja, cambio de rutinas en el contexto social y personal, comprobaciones constantes para saber qué ocurre tanto haciendo preguntas el entorno como con búsquedas continuas de información en internet y otros aspectos relacionados con el bien estar psicológico tanto a nivel individual como de pareja.
Si te encuentras en este proceso y no sabes como gestionarlo no dudes en acudir a terapia. En el gabinete de Nuevamente Psicólogos Málaga te tendemos la mano.