La Fobia de Impulsión se trata del miedo a la pérdida de control, a dejarse llevar por los impulsos y hacer de este modo daño a otros o a sí mismo. Aparecen pensamientos intrusivos en los que imagina situaciones, formas o escenas en las que puede hacer daño.
Estos pensamientos están alejados de una intención o deseo a hacerlo suponiendo una contradicción ética y moral de la persona que presenta estos pensamientos, provocándole un conflicto que le lleva a un estado de angustia, remordimiento, culpa y a un gran malestar. Cabe destacar que los pensamientos intrusivos en las personas con Fobia de Impulsión se centran en las personas más cercanas, a aquellos que cuida, quiere o protege por lo que el hecho de imaginar que se puedan llevar a cabo y hacerles daño les supone un sufrimiento.
Nuestra psicóloga especialista, Lucía Ferrer, nos detalla las características y el tratamiento de esta fobia a continuación.
Características de la Fobia de Impulsión
Estos pensamientos se vuelven recurrentes cada vez con mayor frecuencia e intensidad debido a una mala gestión. La sintomatología además aumenta en situaciones de mayor estrés.
- Pensamientos intrusivos. Estos pensamientos aparecen de manera involuntaria y automática. La persona tiene la sensación de perdida de control. Aparecen en su mente imágenes desagradables, violentas, agresivas o inapropiadas en las que pierde el control y hace algo que en realidad no quiere que hacer ya sea a si mismo o a personas que quiere. Son situaciones que se consideran inmorales o inaceptables.
- Pensamientos obsesivos. Estos pensamientos pueden llegar a interpretarse de forma irracional y poco realista, tomándolos como situaciones que realmente pueden pasar y sintiendo la angustia de pensar o imaginar cometer ciertos actos generando altos niveles de ansiedad. Esto le lleva a condicionar sus emociones, conductas y afectando a la rutina diaria de la persona que lo padece.
- Visualizaciones. La persona que lo padece se visualiza cometiendo ese acto.
- Miedo al pensamiento. Aparece un miedo a pensar. Hay la idea irracional de que la probabilidad de que algo suceda es mayor por el hecho de pensarlo.
- Evitación. A situaciones, a la manipulación de ciertos utensilios (como cuchillos), estar cerca de balcones, quedarse solo consigo mismo o con alguien que considere que puede hacer daño, o lugares donde haya un mayor peligro de si pierde el control que suceda algo desagradable.
Tratamiento
La terapia que ha mostrado mayor eficacia en este trastorno de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual, aunque en los casos más graves puede ser necesaria la combinación con fármacos.
- Comprender la historia, el origen, qué ha llevado a esa fobia de impulsión
- Buscar el apoyo en las personas que te rodean para dar naturalidad al pensamiento y normalizar que a veces se piensan cosas que nunca se llegan a hacer, pero sin generar un estado de alarma.
- Reducir las conductas de evitación
- Intentar identificar estos pensamientos considerados desagradables y los momentos de estrés en los que aparecen con mayor frecuencia
- Utilizar técnicas de relajación y respiración
- Cambiar las interpretaciones negativas y catastrofistas por otras más funcionales basado en evidencias previas. ¿Cuántas veces lo has pensado y lo has hecho?
- Solicita ayuda de un profesional especializado