Las emociones aparecen como reacciones a las experiencias vividas y/o recordadas. Estas emociones nos dan información sobre cómo nos está afectando tanto a nivel físico como cognitivo. Además, surgen sin que las podamos controlar, es por ello que las emociones negativas suelen generar mucho rechazo en las personas por las sensaciones negativas que aparecen. Sin embargo, las emociones no son solo reacciones, sino que tienen funciones que son importantes en nuestra vida.
Hay muchas personas que niegan o tapan lo que sienten o que creen que no sienten nada. Negar o bloquear las emociones puede suponer problemas emocionales futuros. De manera que saber gestionar nuestras emociones es reconocerlas y manejarlas de un modo adecuado.
¿Qué es la validación emocional?
La validación emocional es el proceso en el que aceptamos lo que estamos sintiendo ante las situaciones que vivimos, escuchando nuestro cuerpo y nuestra mente (pensamientos) para generar aprendizaje en cuanto a gestionarlas y volver al bienestar. La validación de nuestras emociones nos ayuda a tomar consciencia y tener un mayor autoconocimiento.
La aceptación es el punto donde ante una situación que nos ocurre, decidimos dejar que la emoción fluya sin resistirnos. Las emociones negativas no queremos sentirlas, pero tienen su valor y utilidad como las positivas, ya que la realidad no se puede cambiar. Sin embargo, si entendemos por qué aparecen las emociones y aprendemos a manejarlas con una buena regulación, poco a poco conseguiremos mas recursos para afrontar los factores adversos que ocurran en nuestra vida.
Todas las emociones son válidas y útiles, por esta razón el rechazarlas solo provocaría que llegue un momento en el nos desborde por la acumulación de estas y no haberlas gestionado de una forma adaptativa.
Si tomamos consciencia de su utilidad podemos comenzar a entender lo importante que es la validación emocional en nuestra vida. Aceptar la tristeza o la rabia parece difícil, sin embargo, evitándolas solo se generará más dolor y dificultades para desarrollar nuestra vida. Así que, soltando el control y entrenándolas poco a poco tendremos el aprendizaje necesario para afrontar las situaciones.
6 pautas para validar nuestras emociones
La psicóloga especialista Marta Garrido del gabinete Nuevamente Psicólogos expone algunas pautas que pueden ayudarte a identificar tus emociones y aprender a gestionarlas de forma adaptativa con la validación emocional. Estas pautas son:
1. Ponemos nombre a lo que nos pasa.
Lo primero que tenemos que hacer es escuchar a nuestra mente y nuestro cuerpo para poner etiqueta y nombre a lo que sentimos. ¿Qué siento? ¿Es tristeza? ¿es rabia? ¿o es miedo? Ser conscientes de que está ahí la emoción y cual es. Cuando lo hayamos identificado debemos reducir la emoción paulatinamente.
2. Buscamos el detonante
¿Por qué me aparece esta emoción? ¿Qué me ha ocurrido para sentirme así? Normalmente nos ocurre algo y aparece la emoción, pero puede ocurrir que aparezca sin que nos haya pasado nada en ese momento o recientemente. Si es así puede que sean emociones de momentos del pasado que se han quedado bloqueadas y de alguna forma nuestro cuerpo y nuestra mente necesita liberarlas.
3. Identificamos si hay acumulación
Cuando las emociones que sentimos se incrementan puede ser porque ha habido situaciones anteriores donde hemos sentido la misma emoción y al no afrontarla de forma adecuada se ha ido acumulando. Es importante superarlas para poder integrarlas y afrontar los problemas actuales.
4. Comprendemos el sentido que tiene que aparezca la emoción.
Escuchar lo que nos dicen nuestras emociones. Todas las emociones tienen una finalidad con el objetivo de buscar la solución a lo que nos pasa. Por ejemplo: las agresiones nos llevan a sentir rabia con el objeto de defendernos; las perdidas generan tristeza para ayudarnos a nuestro desarrollo, las amenazas provocan miedo para que busquemos la seguridad.
5. Conectar: Establecemos un tiempo para sentir la emoción.
Conectar con nuestro cuerpo y nuestras sensaciones para sentir que la emoción nos pertenece. Entender lo que nos ocurre en el presente en base a nuestra historia de vida. Cada emoción debe de ser escuchada y atendida con su tiempo necesario. En ese tiempo la emoción se libera de forma adecuada. Cuanto más significativo sea lo que nos ocurre, más tiempo y espacio necesitaremos para gestionarla.
6. Ayudarnos y cuidar nuestras emociones
Ayudarnos con lo que sentimos, buscar lo que nos regula y aporta. Y cuando ya hemos realizado todo este proceso, actuamos para dar una respuesta o buscar una solución.
Darle la importancia que tienen a nuestras emociones nos ayudara a afrontar los obstáculos de una forma adaptativa y validarlas, y darles espacio va a permitir que tengamos una buena regulación emocional.
Si sientes que te encuentras desconectado de tus emociones o que te inundan demasiado hasta el punto de que no puedes afrontar tu día a día, te recomendamos que busques ayuda psicológica. En Nuevamente Psicólogos tenemos especialistas que pueden ayudarte en este proceso.