La interocepción es el sentido subyacente por el que la persona escucha, nota e identifica las señales internas del cuerpo. Los ejercicios de interocepción pueden servir para mejorar el estado mental y las emociones, y reducir la ansiedad y la depresión, entre otros.
Para hablar del sentido de la interocepción, podemos empezar por entender que, al igual que existen receptores sensoriales en los músculos y las articulaciones, también los hay dentro de los órganos, incluyendo la piel. Estos receptores envían información al cerebro acerca de lo que está sucediendo en el interior del cuerpo. Esto ayuda a regular funciones vitales como la temperatura del cuerpo, el hambre, la sed, la digestión y el ritmo cardiaco.
La interocepción nos ayuda a entender y a sentir lo que ocurre dentro del propio cuerpo. Por ejemplo, si te paras a observar seguro que notas si tu corazón está latiendo rápido, si necesitas respirar más profundamente, si necesitas ir al baño. Notamos cuando tenemos hambre, sed, calor, frío, náuseas, cansancio, etc.
Nuestra psicóloga y terapeuta EMDR, María José Polo, señala que en consulta se observa a menudo a personas que están “desenchufadas” de lo que sienten, como si estuvieran anestesiadas. Estas personas tendrán problemas para sentir sus emociones ya que quizás no estén conectados a la señal del cuerpo que les ayuda a interpretar dicha emoción con claridad. Por ejemplo, una persona puede que no identifique que tiene miedo ya que no reconoce que sus músculos están tensos, que su corazón está acelerado, que su respiración se vuelve más superficial y agitada. El miedo es una emoción que en su modo más primitivo nos avisa del peligro y si no podemos notar las sensaciones que nos manda la emoción, no vamos a poder mantenernos seguros y a salvo. Esto sólo es un pequeño ejemplo para entender la importancia de tener un sentido de la interocepción desarrollado y efectivo.
6 técnicas para trabajar la interocepción
- Observar o notar los latidos del corazón, la frecuencia con la que late tu corazón.
- Fijar la atención en la respiración; observar si es suave, relajada, superficial, acelerada, etc.
- Poner una mano en el pecho y otra en el abdomen, respirar de forma natural y observar las sensaciones del cuerpo por debajo de donde estén colocadas las manos.
- Observar o notar las diferentes temperaturas en las distintas partes de tu cuerpo
- Observar o notar si sientes tensión en alguna parte de tu cuerpo al inspirar y si esas sensaciones varían al soltar el aire.
- Observar o notar si sientes pesadez o ligereza en alguna parte de tu cuerpo.
Si te preguntaras ahora mismo dónde notas la tristeza en tu cuerpo ¿Sabrías responderte? La terapia psicológica ayuda a las personas que tienen dificultades para notar estas sensaciones, aún cuando se propongan auto-observarse por dentro.
Si has leído este artículo y has intentando realizar los ejercicios anteriores pero no has notado nada o sólo una ligera sensación, o si te cuesta enlazar tus emociones con lo que te hacen sentir a nivel corporal y físico, quizás sería importante que pudieras plantearte acudir a un psicólogo especialista para poder aprender de dónde viene esa dificultad y qué problemas emocionales te está acarreando porque probablemente estés padeciendo algún trastorno relacionado con la ansiedad y/o con el estado de ánimo ya que no estarás gestionando bien tus emociones, al no poder sentirlas.
En Nuevamente Psicólogos Málaga contamos con las mejores especialistas en el área de la gestión emocional, no dudes en pedir ayuda, ya que será el primer paso para comenzar a sentir(te) mejor.