En esta ocasión, nuestra psicóloga especialista Gema Muñoz de la Cruz aborda el TEA, una combinación de alteraciones del neurodesarrollo que, particularmente en el autismo, se caracteriza por la dificultad en la comunicación, interacción social, procesamiento de la información y de la conducta. A día de hoy, la causa sigue siendo desconocida. Sigue leyendo y te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el TEA
¿En qué consiste el diagnóstico del TEA?
En la anterior clasificación DSM-IV-TR, estaba dentro de los Trastornos de Inicio en la Infancia y la Adolescencia y se diagnosticaba dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo, en los cuales estaban con “nombre propio”: Trastorno Autista, Trastorno de Rett, Trastorno Desintegrativo Infantil, Trastorno de Asperger y Trastorno Generalizado de Desarrollo No Especificado.
Actualmente se identifica como un Trastorno del Neurodesarrollo según el DSM-5, dentro de estos trastornos se incluyen:
– Discapacidades Intelectuales: Discapacidad Intelectual, Retraso Global del Desarrollo y Discapacidad Intelectual No Especificada
– Trastorno del Espectro Autista: Trastorno del Espectro Autista.
¿Cómo se diagnostica el TEA?
Es una tarea compleja, ya que se realiza mediante la observación conductual con fines diagnósticos (tanto de un menor, adolescente o adulto) y siempre debe ser realizada por profesionales expertos y especializados en dicho trastorno, como neuropediatras, psiquiatras y/o psicólogos (dependiendo del tramo de edad en cuestión del paciente) puesto que es habitual que por falta de especialización o actualización de conocimientos en los profesionales mencionados se perpetúen prejuicios o mitos respecto al autismo o al TEA, o que incluso se diagnostiquen primero sus comorbilidades (o patologías asociadas al TEA) pero no el diagnóstico primario o TEA lo cual es vital desde un punto de vista terapéutico.
Se debe dejar claro que no existe una prueba biológica (como una analítica de sangre) que dé como resultado: positivo en autismo y que exploraciones tanto físicas como neurológicas arrojan resultados perfectamente normales (aunque sí estarían indicadas en aquellos casos en los que hubiera que descartar un fallo estructural tipo EEG o incluso potenciales evocados auditivos o visuales por ejemplo). Es por tanto que el diagnóstico se realiza por observación como ya hemos comentado. La ayuda o información que nos puedan aportar los propios TEA o sus padres, madres, familiares o cuidadores puede ser muy importante para el diagnóstico diferencial.
Para realizar el diagnóstico del TEA se debe prestar especial atención a 3 áreas principales que podrían verse alteradas en mayor o menor medida:
- Alteración cualitativa de la interacción social.
- Alteración cualitativa de la comunicación.
- Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas, repetitivas y estereotipadas.
6 síntomas habituales del TEA:
- Tendencia al aislamiento (en muchos casos debido al rechazo al soler fracasar los intentos de relaciones sociales).
- Dificultad para establecer contacto ocular.
- Movimientos corporales estereotipados o estereotipias.
- Anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje (ecolalias o problemas de modulación).
- Comunicación verbal no siempre presente aunque sí puede existir comunicación vía medios aumentativos y alternativos de la comunicación (tipo pictogramas, comunicadores, etc.).
- Preferencias por entornos controlados y el perseguir rutinas (entendidas como zona de confort).
Grados de afectación del TEA

¿Cuáles son los tratamientos de los Autistas?
- Aquellos pacientes que tienen acceso temprano a tratamiento multimodal mejoran a edades tempranas con una estimulación intensiva de aquellas áreas afectadas, aunque el diagnóstico no esté confirmado, tienen mayor probabilidad de obtener más recursos en los momentos claves del desarrollo, gracias a la neuroplasticidad del cerebro. La neuroplasticidad permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sinápticas.
- La plasticidad neuronal representa la facultad del cerebro para recuperarse y reestructurarse, esto no quiere decir que, si una persona no ha dispuesto de esos recursos a edades tempranas, no pueda conseguir otras maneras de adaptarse y ser más independiente en el transcurso de su vida, ya que cada momento cuenta para reaprender, es muy importante tener paciencia y contar con una red de apoyo adecuada.
- El entorno debe ser altamente estructurado e incluir profesores especialistas en pedagogía terapéutica, terapia del lenguaje y logopedia y entrenamiento en habilidades adaptativas especialmente vía historias sociales.
- El tratamiento basado en la terapia cognitivo-conductual, reduce los comportamientos no deseados, promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habilidades que fomentan la autoestima y la independencia.
La importancia del apoyo a padres, familiares y entorno más cercano:
Es fundamental el trabajo y la implicación de las familias y de su entorno más cercano para ayudar a su hijo/a y buscar los servicios necesarios disponibles en su área, todo ello llevará a una mejor evolución en la vida del autista.
Los programas educativos deben basarse en principios estructurados e incluir sistemas de aprendizaje del comportamiento, terapia del lenguaje y terapia ocupacional. La psicoterapia está indicada para mejorar las competencias sociales o la expresión de sentimientos.
Debe quedar claro que no existe medicación para el TEA en sí. A veces, es necesario el uso de medicación para tratar sus comorbilidades, como la depresión, la epilepsia, la ansiedad, TDHA, entre otros. El uso de antipsicóticos debe estar justificado pues crea adicción, tolerancia y no estaría indicado en todos los casos o por defecto, por ejemplo.
Recomendaciones para familiares:
Cuando los distintos profesionales explican y diagnostican a su hijo/a, la familia suele pasar por un duelo, que puede durar semanas, meses o incluso años y las primeras dudas y miedos tienen relación con preguntas del tipo: “-¿Nunca será normal, como los demás niños/as?, ¿Qué será de él/ella cuando no estemos nosotros?, ¿Sé aprovecharán de su inocencia? Y un largo etc. -“
Todas estas preguntas, dudas y miedos, son normales, pero para estas familias crecen en importancia, en una sociedad que tiende a ser cada día más competitiva, egoísta y donde hay grandes “vendedores de humo y milagros, para curar el TEA, como si fuese una gripe o un simple sarpullido”. Y por ello hay que destacar que no se trata de una enfermedad como se pudiera pensar.
Por todo esto se debe contrastar informaciones, con especialistas, asociaciones de familiares reconocidas o incluso con los propios autistas quienes incomprensiblemente suelen ser ignorados a pesar de vivir el TEA en primera persona.
¿Te sientes identificado/a con estos patrones de comportamiento en tu vida diaria? ¿Te sientes fuera de lugar en las interacciones sociales? ¿Eres muy literal en tus conversaciones con personas de tu entorno?
Sí, es así te recomendamos que busques ayuda psicológica para solucionar estas y otras dificultades, que harán que conozcas mejor tu entorno y cómo confeccionar y aumentar tus recursos personales. En Nuevamente Psicólogos podemos brindarte la ayuda que necesitas, gracias a nuestras psicólogas especialistas en TEA.