El trastorno múltiple de la personalidad o trastorno disociativo es uno de los trastornos psicológicos más populares dentro de la ficción debido a la peculiaridad de sus síntomas. Recientemente, la plataforma Netflix ha estrenado “Monstruos internos: Las 24 caras de Billy Milligan”, una serie documental basada en la historia de un peligroso criminal al que le diagnosticaron trastorno de personalidad múltiple. La defensa del caso utilizó el diagnóstico para eximir al acusado de los robos y los tres casos de violación de los que se le acusaba, alegando que fueron las otras personalidades de Billy las responsables de los hechos, ya que él no tenía conciencia ni control sobre esos comportamientos. Pero, ¿hasta qué punto esto es posible?
En este artículo, nuestra terapeuta malagueña Ana Romero Gómez, pretende explicar en qué consiste el trastorno múltiple de la personalidad y aclarar si un caso como el del documental de Billy es posible.
¿Qué es un trastorno disociativo?
Antes de hablar sobre el trastorno disociativo de la personalidad, necesitamos entender en qué consiste un trastorno disociativo. Los trastornos disociativos se basan en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Es decir, la persona aísla experiencias y provoca una alteración en el recuerdo y la continuidad de ella misma, lo que provoca una serie de alteraciones clínicas a nivel conductual, de identidad, emocional y de memoria.
¿En qué consiste el trastorno disociativo de la personalidad o trastorno múltiple de la personalidad?
El trastorno de identidad disociativo es un trastorno disociativo caracterizado por la presencia de dos o más identidades o personalidades que controlan el comportamiento de la persona de forma periódica, acompañado de alteraciones o incapacidad para recordar información.
Síntomas del trastorno disociativo de la personalidad o trastorno múltiple de la personalidad
La persona presenta dos o más identidades o personalidades.
Cada una de esas personalidades tiene un rol, un patrón propio de percibir, interactuar y concebir el entorno y a sí mismo (eso incluye aspectos como sexo, edad, voz, postura corporal, etc.).
Existen al menos dos identidades más dominantes, que controlan el comportamiento de la persona de forma periódica y repetitiva.
La persona es incapaz de recordar información personal importante, no se trata de un simple olvido. Hay espacios de tiempo perdidos, sin recuerdos ni consciencia de lo ocurrido o del tiempo transcurrido.
La personalidad original no tiene conciencia ni control sobre el resto de personalidades y si la tiene, las percibe como amigos o compañeros.
Explosiones emocionales.
Atención con fluctuaciones.
Los cambios de personalidad ocurren de forma rápida y normalmente se desencadenan por alguna variable del entorno.
Normalmente las personalidades no interactúan entre ellas.
¿Causas del trastorno múltiple de la personalidad o trastorno disociativo de la personalidad?
La disociación representa un mecanismo de defensa, cuyo objetivo es mantener cierta información alejada de la conciencia de la persona, por lo tanto, permite distanciarse del suceso traumático.
El trastorno múltiple de la personalidad suele aparecer como resultado de la exposición a experiencias traumáticas o conflictos internos insostenibles durante la infancia (abusos o malos tratos). La disociación es un intento de mantener el control mental, mientras se ha perdido el control físico.
¿Es posible un caso como el de “Monstruos internos: Las 24 caras de Billy Milligan”?
Ana Romero de Nuevamente psicólogos recalca que, aunque un caso como el de Billy, es extremadamente extraordinario, puede ocurrir. Si alguna de las personalidades posee un repertorio conductual agresivo, falto de empatía y del control de los impulsos, podría llegar a cometer cualquier tipo de delito, sin que la personalidad primaria u original sepa ni recuerde nada, ni tampoco el resto de personalidades.