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Síndrome del cuidador: La importancia de cuidar al que cuida

Cuando una persona no puede cuidar de si misma, ya sea por su avanzada edad o por alguna enfermedad o dificultad que le impida hacerlo, esta responsabilidad recae normalmente sobre algún familiar. Si esta situación no es gestionada de manera adecuada esa persona podría desarrollar el síndrome del cuidador, también denominado síndrome del cuidador primario o síndrome del cuidador quemado. Si eres el principal cuidador de una persona dependiente y quieres saber si tienes el síndrome del cuidador quemado o tienes a algún amigo, conocido o familiar al que quieras ayudar en esta situación sigue leyendo porque este artículo te interesa.

Nuestra psicóloga especialista María José Polo, explica que este síndrome suele observarse en las personas que dedican buena parte de su tiempo a los cuidados de una persona dependiente. La gravedad de este síndrome va a depender principalmente de distintas variables: la cantidad de tiempo dedicado a ello, la exigencia en el tipo de cuidados que requiera la persona dependiente, la implicación personal o el tipo de vínculo que se mantenga con la persona a cuidar, etc

Cuidadores formales Vs. cuidadores informales 

Los cuidadores informales no han recibido formación sobre los cuidados que requiere la persona, no reciben remuneración económica por sus tareas y no suelen tener un horario establecido, teniendo que estar siempre disponibles. Los cuidadores informales suelen tener un vínculo afectivo importante con la persona a la que cuidan, por lo que tienen un alto grado de compromiso en el desempeño de esta tarea. En la mayor parte de las ocasiones el cuidador informal suele ser el cónyuge o familiar femenino más cercano.

Por otra parte, los cuidadores formales son profesionales especializados que cuentan con capacitación sobre los cuidados que requiere la persona dependiente, tienen un horario preestablecido con unos límites claros y tienen un compromiso afectivo menor con la persona cuidada.

Si bien es cierto, en los últimos años ha aumentando significativamente el número de cuidadores informales, que sirven como referencia y apoyo para los cuidadores formales, aunque siguen existiendo muchos casos donde los cuidados de una persona dependiente siguen recayendo sobre un familiar directo.

Causas 

El motivo principal por el que una persona llega a desarrollar el síndrome del cuidador es el estrés mantenido que genera la tarea del cuidado. Las enfermedades crónicas y/o degenerativas hacen que las personas requieran cada vez más ayuda con el paso del tiempo y el impacto de esto puede irse observando en la merma tanto de la salud física como de la salud mental del cuidador.

En ocasiones el estrés se ve retroalimentado por unas expectativas distorsionadas de la situación por parte del cuidador; por ejemplo, que esperen que la persona mejore sustancialmente por el hecho de recibir sus cuidados. Al comprobar que esto no se produce, el cuidador suele experimentar sentimientos de frustración, desesperanza y agotamiento. Además, la sensación de falta de control sobre la situación también funciona como un importante estresor para el cuidador. 

Por otra parte, la autoexigencia en el desempeño de esta labor junto con los problemas para delegar los cuidados en otras personas también se convierten en factores de riesgo para desarrollar el síndrome del cuidador.

Consecuencias

Físicas y emocionales

La ausencia de apoyo y la falta de tiempo para ellos/as mismos/as, hace que la persona comience a desarrollar problemas de salud física y mental, teniendo la sensación de que no pueden hacer nada para que la situación cambie.

Sociales

Es bastante común que las personas encargadas del cuidado de algún familiar se sientan aisladas e incomprendidas por su grupo de amigos y/o demás familiares. Suelen experimentas rabia, impotencia y sensación de abandono, como si ya no le importaran a nadie al no notar un compromiso mayor por parte de otros familiares (hermanos, pareja, hijos, etc). Además, como las labores de cuidado los absorben por completo, es posible que comiencen a descuidar su vida social y familiar y dejen de lado aficiones.

11 Síntomas del síndrome del cuidador

Estos suelen ser, entre otros muchos, los síntomas más comunes en una persona expuesta a la tarea de los cuidados de un familiar dependiente:

  1. Fatiga y agotamiento constante
  2. Alteraciones del sueño.
  3. Labilidad emocional
  4. Desmotivación ante vivir nuevas experiencias
  5. Desesperanza
  6. Tristeza constante
  7. Irritabilidad
  8. Dolores sin explicación aparente
  9. Consumo de antidepresivos
  10. Elevados niveles de ansiedad y estrés.
  11. Aislamiento social.

Pero, ¿se puede prevenir? 

Definitivamente, lo más recomendable es prevenir la aparición de este síndrome. Para ello es necesario plantearse ciertos aspectos en los momentos iniciales en los que se plantee esa situación:

  • Informarse y profundizar sobre la enfermedad de la persona a cuidar
  • Practicar una gestión positiva de las emociones.
  • Mentalizarse de que hay que pedir ayuda y delegar y negociar estos apoyos.
  • Mantener a salvo la identidad propia para no convertirse únicamente en “el cuidador”
  • Dedicar tiempo al autocuidado.
  • Realizar actividades agradables y relajantes.
  • Procurar una actitud lo más optimista posible ante las circunstancias

En definitiva, tener que cuidar de un familiar enfermo y/o dependiente nunca va a ser una situación ni fácil ni agradable. Por ello el cuidador debe aceptar las circunstancias tal y como son y entender aquellas cosas que no puede cambiar. Es importante que interiorice que como persona cuidadora también está en una situación vulnerable y que por lo tanto va a tener que cuidar de él/ella mismo/a de forma distinta y especial, haciendo especial hincapié en vigilar todas las cuestiones que hemos mencionado anteriormente. Sólo de este modo el cuidador va a poder desempeñar sus labores sin que su salud física y mental se vea deteriorada.

¿Cómo se trata?

Cuando la persona cuidadora ya ha desarrollado síntomas de ansiedad y de depresión es muy probable que necesite ayuda profesional para poder intervenir sobre los problemas de salud mental derivados del síndrome del cuidador. En Nuevamente Psicólogos contamos con profesionales especializados en este tipo de casos que podrán ayudar a la persona, a través de la psicoterapia a reducir los niveles de estrés, mejorar la autoestima y el estado de ánimo y volver a retomar la sensación de manejo de la situación a la persona, conectando de nuevo con esas partes de su vida que tenía abandonadas.

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