La situación vivida por el Covid-19 ha obligado a muchas empresas a trabajar de manera telemática. De esta forma, se disminuye el riesgo de contagio por parte de los trabajadores. Pero, ¿qué consecuencias puede traer a nivel emocional este cambio tan repentino?
Consecuencias del teletrabajo
Las principales consecuencias que aparecen durante el teletrabajo son:
- Sensación de aislamiento. El contacto social que se tenía durante las horas de trabajo se disminuye y se limita a contactos telemáticos. La persona puede sentirse aislada y sola, especialmente cuando existía un buen ambiente laboral.
- El trabajo en equipo se complica. Se hace difícil mantener la dinámica de trabajo en equipo que existía antes cuando no se puede asistir al lugar físico de trabajo. El trabajador tiene que llevar a cabo un proceso de adaptación al trabajo en equipo de manera online.
- Dificultad para separar el trabajo de lo personal. El lugar que siempre se ha utilizado para descanso y familia también se ha convertido en el puesto de trabajo. Esto presenta dos dificultades. Por un lado, no disponer de un espacio que cuente con las características adecuada para trabajar (escritorio, silla, temperatura, silencio, etc.) y, por otro lado, desconectar del trabajo cuando lo tienes en casa no resulta algo sencillo.
- Dificultad para cumplir el horario. En casa existen más posibilidades de distraernos durante el horario de trabajo. Debido a ello, en ocasiones se alarga la jornada laboral para poder cumplir los objetivos. Quedarse con la sensación de que hemos trabajado muchas horas pero que no han sido de provecho suele ser algo frecuente en estas circunstancias.
- Aparecen emociones como el estrés, ansiedad, tristeza o la ira. Además, es frecuente padecer insomnio, dificultad para concentrarse y se favorece el sedentarismo.
¿Cómo puedo gestionarlo?
Existen pautas que ayudan a la gestión de las dificultades derivadas del teletrabajo para, así, reducir el estrés experimentado.
- Establecer un lugar o zona de la casa que dedique de forma exclusiva al teletrabajo. Así limitaremos lo personal de lo laboral.
- Acomodar físicamente dicha zona. Mantenerla ordenada, cuidar la luz, temperatura, ventilar la zona e intentar usar un mobiliario que resulte cómodo.
- Disminuir distracciones. El móvil y las redes sociales suelen ser fuentes de distracciones. Mantener el móvil guardado y en silencio, así como cerrar las cuentas de las redes sociales en el ordenador disminuye la probabilidad de distracciones. Del mismo modo, si las distracciones provienen del entorno familiar habrá que marcar límites para conseguir que no afecten a mi desempeño laboral.
- Fijar un horario para el trabajo. Marcar un horario y organizar las tareas dentro del mismo. De esta forma, la jornada tendrá un inicio y un fin, además de tener claro en qué tareas concretas hay que centrarse durante el horario.
- Crear o mantener rutinas que se asocien al inicio y/o al fin del trabajo. A veces tenemos hábitos como ducharnos antes de ir o al llegar del trabajo, llamar a algún familiar tras finalizar la jornada o hacer deporte antes de empezar. Estas conductas ayudan a mantener el horario de comienzo y de finalización del trabajo y favorece la separación del trabajo y de la vida personal. Si nunca habías tenido alguna rutina de este tipo, puede ser un buen momento para crearla.
- Pasear, hacer deporte fuera de casa, hacer planes con amigos o familia, … ayuda a disminuir el sedentarismo y a gestionar el estrés provocado por el teletrabajo.
¿Y qué hago si no consigo gestionarlo?
A veces esta situación puede desbordarnos y, a pesar de poner en marchas diferentes estrategias, no conseguimos gestionarla. En ese caso, lo adecuado es acudir a un profesional que te pueda ayudar con el malestar emocional derivado de esta situación. En el gabinete de Málaga de Nuevamente Psicólogos contamos con un equipo de profesionales capacitados para ofrecerte ayuda para que consigas gestionar todo el malestar emocional que sientes.