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7 características del comportamiento pasivo- agresivo

La agresividad es un rasgo básico en los animales y suele proyectarse al exterior (amenaza, daño físico, etc.). En el ser humano la agresividad puede adoptar formas más sutiles, pero cuyo objetivo es el mismo. Cuando la conducta agresiva aparece en esta forma sutil la llamamos pasivo-agresiva. 

 

¿Qué es el comportamiento pasivo-agresivo?

La persona que muestra un comportamiento pasivo-agresivo expresa sus sentimientos negativos de forma sutil en sus actos, creando un conflicto entre lo que dice y hace. Por ejemplo: un chico está enfadado con su novia y en vez de decírselo coge y se pone la música o la tele a todo volumen para molestarle.

El comportamiento pasivo-agresivo puede ser un síntoma de trastorno mental (narcisista, trastorno límite de la personalidad, antisocial, etc). 

Se trata de conductas no verbales o verbales que muestran ira oculta tras una máscara. El enfado es el estado interno más común, aunque no lo suele revelar a los demás. Estos comportamientos suelen afectar a la persona en su capacidad para mantener relaciones saludables y en la calidad del vínculo

 

¿Cuáles son las características más habituales de este comportamiento?

Cuando se da este comportamiento aparece una desconexión entre lo que la persona dice y hace, provocando enojo e incomprensión en los demás. Y es habitual que la persona que lo padece no sea consciente de ello. Algunas de las características más habituales son:

1. Hostilidad. Suelen criticar o protestar con bastante frecuencia teniendo una actitud áspera e insensible cuando se perciben como contrariadas en las interacciones con los otros.

2. Resistencia pasiva. La persona muestra acuerdo con los demás, pero actúa en forma de oposición. Esta ambigüedad genera confusión alrededor, ya que se genera un descontrol en las otras personas sobre la situación. 

3. Quejas sobre la mala suerte. Suelen ser pesimistas y buscan que otros se compadezcan proclamando toda la desgracia que ha vivido. Creen que sus fracasos han sido causados por factores externos. 

4. Sentimiento de menosprecio o incomprensión. Estas personas se quejan de sentirse incomprendidas, utilizan chantajes emocionales para obtener lo que desean acusando a los demás de falta de cariño o de trato diferente a los otros.

5. Indiferencia hacia la autoridad. Suelen tener enormes dificultades para reconocer la autoridad mostrando inadaptación. 

6. Actitud desafiante y arrepentimiento. Suelen hacer comentarios nocivos y de los secretos que les cuentan otros generando situaciones hostiles en las relaciones con los demás.

7. Evitan la responsabilidad. Echan la culpa de no hacer una tarea o acudir a una cita a los olvidos. Suelen buscar alguien a quien culpabilizar y se victimizan. 

 

Causas del comportamiento pasivo-agresivo

En los estudios realizados no se han encontrado la causa exacta por la que una persona lleva a cabo estos comportamientos. Sin embargo, factores biológicos y ambientales pueden influir en el desarrollo de esta forma de actuar

En las investigaciones se ha detectado que la dinámica familiar, estilos de apego, haber sufrido abuso infantil o abandono (traumas en la infancia) pueden llevar a que una persona desarrolle este tipo de comportamiento. 

 

Tratamiento para el comportamiento pasivo- agresivo

La psicóloga especialista Marta Garrido González del gabinete Malagueño de Nuevamente Psicólogos facilita algunas pautas que pueden ayudar a la persona a ir modificando este comportamiento:

  • Ser consciente de que tienes este comportamiento

  • Identificar las razones por las cuales actúas de esta forma. ¿Por qué tengo tanta ira? ¿Cuál ha sido mi historia?

  • No actuar de manera impulsiva, piensa antes de actuar. Actúa en consonancia con lo que piensas y sientes. 

  • Hacer descansos y toma distancia antes de reaccionar en diversas situaciones que te pueden molestar. 

  • Asume la responsabilidad de tus actos.

  • Exprésate de forma saludable, mostrando tus emociones de forma adaptativa.

 

Aunque estas pautas pueden servir de ayuda, en la mayoría de los casos es necesario la ayuda de un profesional ya que es muy probable que estos comportamientos vengan de la infancia y habría que buscar el origen para poder resolverlos de raíz. En nuestro gabinete tenemos especialistas que pueden ayudarte a superar aquellos traumas que te han condicionado en tu presente, pero no tienen por qué continuar en el futuro.   

 

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