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Los efectos secundarios de la pandemia en los adolescentes

La adolescencia es una etapa del desarrollo que se encuentra entre la infancia y la edad adulta. En esta etapa se dan numerosos cambios, físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Pero si hay algo que caracteriza esta transición evolutiva es la necesidad de una independencia psicológica y social con la que irán construyendo su identidad.

Para ello resulta esencial las relaciones con sus iguales, la socialización y la búsqueda de una autonomía. Se intentan alejar de aquello que les recuerda la infancia, que es la dependencia con los padres, e intentar experimentar por ellos mismos, dar sus opiniones y hacerse responsables de sus propias decisiones para fomentar el desarrollo y consolidación de su autoestima.

Desde que se declaró la pandemia mundial debido al Coronavirus, los hábitos, rutinas, la libertad de movimiento y horarios fue restringido. Lo que formaba parte de nuestras vidas cambió de manera abrupta y sin demasiado tiempo para asimilarlo. Estos cambios también los vivieron y lo están viviendo, los adolescentes

En una etapa tan convulsa donde hay una mayor dificultad para entender y regular emociones, es todavía más complicado si cabe, poder aceptar y asumir todos estos cambios.  Aceptar que lo que necesitas es libertad y vives rodeado de limitaciones, que necesitas socializar y apenas puedes ver a tus amistades, que quieres separarte de tus padres y ahora hay una mayor convivencia familiar y mayor control. Las normas del juego han cambiado y se debe caminar de la mano de la frustración para aceptar la situación actual.

Cada vez vemos más en consulta que los adolescentes se ven superados por el mantenimiento de la pandemia y con ello, de las restricciones y para los cuales la fatiga pandémicaes todavía más difícil de gestionar. Hemos detectado un incremento significativo en el número de casos de adolescentes con ansiedad, tristeza, desánimo, falta de motivación, baja autoestima, más oposicionistas y con un bajo rendimiento académico.

Principales efectos psicosociales en adolescentes

  • 1. La incertidumbre y la preocupación por el futuro percibido de forma negativa hace que aumente la desesperanza y angustia ante la situación. Los adolescentes muestran mayor vulnerabilidad psicológica lo que hace que aumente la incidencia de ansiedad a estas edades. Reciben toda la información posible a través de los diferentes dispositivos a su alcance, sin embargo, no saben canalizar esa información. No poseen de las habilidades necesarias para procesar y gestionar la información recibida de forma correcta.
 
  • 2. Hipocondría. La hipocondría o ansiedad por la salud, es un trastorno de ansiedad en el que se presenta un miedo irracional a sufrir una enfermedad y/o morir a partir de interpretaciones negativas de sensaciones o síntomas físicos. La sobreinformación mal gestionada lleva a una interpretación errónea de la realidad y para algunos adolescentes el miedo a contagiarse de Coronavirus hace que aumenten la atención a sus síntomas y el miedo a padecerlo y morir. Además, las verbalizaciones continuas del miedo a la muerte, las indicaciones de prestar atención a los síntomas por prevención han reforzado en ellos la sensación de vulnerabilidad, no solo a esta enfermedad sino a cualquiera.
 
  • 3. Depresión. La falta de reforzadores positivos externos, objetivos a corto o medio plazo sumidos en el desconcierto, la escasa socialización, la consecución de diferentes experiencias y las limitadas libertades ha aumentado los sentimientos tristeza, desánimo y apatía. La adolescencia es un periodo caracterizado por una gran inestabilidad emocional que en algunos casos se ve actualmente aumentado por la falta de estímulos externos que refuercen su papel en el mundo, adquirir nuevas experiencias, desarrollo de actividades y que puede llevar a una baja autoestima.
 
  • 4. Trastornos del sueño. Los cambios de rutinas, de horarios y las preocupaciones sociales y de salud han hecho mella en las horas y calidad del sueño en los adolescentes. Para contener posibles contagios en los institutos se han establecido diferentes horarios de asistencia o días de la semana. Esto tiene como consecuencia en algunos adolescentes la falta de buenos hábitos del sueño entre semana, acostándose y levantándose tarde, estableciéndose alteraciones en los ciclos del sueño. Esto implica mayores dificultades en la conciliación del sueño, no descansar las horas necesarias puede suponer problemas de atención, concentración, irritabilidad y rendimiento académico.
 
  • 5. Problemas de conducta. Aparecen sentimientos de rabia y frustración por asumir una situación de la que no se tiene el control. Se pasan más horas de convivencia en casa con los padres lo que supone mayores situaciones de conflicto.
 
  • 6. Bajo rendimiento académico. Los problemas del sueño, las preocupaciones excesivas, la escasa motivación y bajo estado de ánimo se ven reflejados en un bajo rendimiento académico. Aparecen problemas emocionales y cognitivos que afectan a los procesos de aprendizaje.
 
  • 7. Adicción a los dispositivos electrónicos. Debido a las restricciones establecidas, las relaciones sociales se han visto mermadas. Durante el confinamiento más restrictivo se convirtieron en el único medio para establecer el contacto social con amigos y familiares e incluso su forma de atender a las clases. Eso hizo que su uso estuviera menos limitado. Ahora que hay mayores libertades, volver a marcar los límites se ha hecho muy complicado para los padres y los adolescentes tienen las redes sociales como su contacto con el mundo y como medio de interacción y aprobación social. Esto a supuesto mayores casos de dependencia a estos dispositivos.

 

Pautas para ayudar a la gestión de la pandemia a los adolescentes

  • Establecimiento de rutinas. La vida ha cambiado y eso debemos aceptarlo, pero podemos adaptarnos a la situación y mantener nuestras rutinas. Independiente de si hay clase o no, levantarse a la misma hora que hubiera instituto, y utilizar esas horas para la realización de trabajos y estudio. Hacer ejercicio físico y facilitar en la medida de lo posible las relaciones sociales.
  • Normas y limites ajustados a la realidad actual. Dentro del establecimiento de rutinas es importante el establecimiento de unas normas claras y que el no cumplimiento de estas puede llevar a consecuencias, perdida o limitaciones de derechos adquiridos. Es importante que estas consecuencias no impliquen la reducción absoluta de las relaciones sociales o dejar de actividades deportivas, ya que es algo que ahora mismo necesitan para su bienestar psicológico.
  • Comunicación. Facilitar al adolescente que exprese sus miedos, inseguridades y frustraciones. Utilización de la escucha activa y la asertividad para una adecuada interacción entre el adulto y el adolescente.
  • Higiene del sueño. Establecer durante la semana las mismas horas para acostarse y levantarse. Evitar la utilización de dispositivos móviles o juegos una hora antes de irse a dormir.
  • Empatía. La adolescencia es una etapa difícil, todo adulto la ha pasado, es bueno hacer un ejercicio de memoria para ponernos en su lugar. Buscar la cercanía y el entendimiento. Todos podemos llegar a estar frustrados y cansados, pero ellos no saben gestionarlo. Entender y respetar sus tiempos y a veces los silencios para darle la posibilidad de que hablen cuando se encuentren preparados y así poderles ayudar.

 

En Nuevamente Psicólogos nuestra especialista en Psicología infantil y adolescente Lucía Ferrer podrá ayudarte a gestionar las diferentes situaciones que se están presentando en los adolescentes a causa de la pandemia y dar pautas a padres y familiares para encontrar una solución de manera eficaz.

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